jueves, 16 de abril de 2015

The mess I made

I'm sorry for breaking all the promises.

Lo siento mucho. Sé que ahora mismo no significa nada para ti y más después de todo esto tiempo, pero solo necesito decirlo una última vez. Entiendo que un "lo siento" no arregla nada... Te hice daño y lo lamento, ni siquiera sabes cuánto. No entiendes lo que desearía poder volver atrás en el tiempo y hacer las cosas diferentes, pero no puedo.

¿Me creerías si te dijese que no lo hice adrede y que simplemente surgió? ¿Me creerías si te explicara las razones por las que no era el momento adecuado? ¿Me creerías si te contase que no quería perderte por todo lo que habíamos compartido juntos? ¿Me creerías si te confesara que eras importante en mi vida? ¿Me creerías si te aclarase que te quería, pero no de la manera en la que tú deseabas?

Filled with sorrow, filled with pain,
knowing that I am to blame for leaving your heart out in the rain.

Sé que te fallé y te hice creer en un nosotros que no existía, ¿piensas que es un dato desconocido para mí? Aún siento tu dolor, como si fuera ayer cuando pasó todo. Pero no fue la rotura lo que nos separó, sino la pérdida de confianza. Al hacer lo que hice, no podías mirarme de la misma manera. No te lo reprocho, ¿cómo podría? Pero duele saber que todo fue mi culpa y que las cosas acabaron como lo hicieron por mis errores. Por mucho que tú dijeras que no fue culpa mía, yo sé que lo fue. Tú no hiciste nada malo, yo fui la que lo arruiné todo. Puede ser que lo hiciera sin querer, pero ocurrió igual.

A veces, miro hacia atrás y me pregunto cómo serían las cosas ahora. Si yo hubiera sido sincera contigo desde el principio y no hubiera intentado proteger tus sentimientos con falsas esperanzas. Eras uno de mis confesores, podía  contarte cualquier cosa, fuera mala o fuera buena, porque sabía que me comprendías. ¿Entonces qué pasó? ¿Por qué no pude ser sincera desde el primer momento en eso? ¿Qué me llevó a hacer lo que hice? Dios, no sabes cómo me gustaría tener todas las respuestas, pero no las tengo. Incluso después de tanto tiempo, sigo sin encontrar los motivos. Quiero creer que no quería hacerte daño, no quería herir tus sentimientos; pero el remedio fue peor que la enfermedad.


No sé si me guardas rencor, pero conociéndote como lo hacía en su tiempo, estoy segura de que no. Quiero dejar la culpabilidad a un lado, lo que hice estuvo mal; pero estoy harta de pensar en ti y solo recordar como acabó todo. Quiero creer que las cosas pasan por una razón y que no era el momento adecuado, y quizá no lo sea nunca. Pero también imagino que fuimos juntados por alguna razón, para enseñarnos todo lo que aprendimos juntos, que no fue poco. Quizá ni te lo imaginas, pero me cambiaste. Supiste sacar lo mejor de mí con solo tu presencia. Sabías que yo podía dar más de mí y me apoyabas para lograrlo. Me hiciste cambiar mi manera de ver las cosas y ni siquiera te diste cuenta de ello. Puede parecer muy exagerado, pero me hiciste mejor persona. Pasar tiempo con alguien como tú fue un privilegio y nunca me he arrepentido de ello.

Después de tanto tiempo, solamente necesitaba desahogarme. Me conoces, o lo hacías, y sabes que la escritura siempre ha sido mi manera favorita de liberarme de todo. Debería haber escrito antes sobre esto, pero no me di la oportunidad de ello. Nunca había mirado lo que nos ocurrió desde esta nueva perspectiva. Pero estoy cansada de pensar en ti y solo recordar todo lo que salió mal porque eso no es lo único que compartimos. Quiero poder pensar en ti y rememorar las cosas buenas que vivimos juntos.Y eso es algo que no he podido hacer en todo este tiempo, pero espero que eso cambie a partir de hoy.

Lo siento y gracias por todo.

viernes, 20 de marzo de 2015

Ni hoy ni nunca


Volvió la tormenta y se trajo consigo
un buen huracán.


Estoy harta de ti y de tu forma de venir. Harta de que me hables entre amenazas y reproches por lo que hago o dejo de hacer, por lo que crees que hago y por lo que supuestamente te dicen que estoy haciendo. ¿Quién te crees que eres? ¿Quién te piensas que soy? 

Estoy harta de que vengas como un vendaval y destruyas todo lo que había construido sin ti. Que ni te pares a pedir perdón ni a decirme un triste "lo siento por acabar con todo". Porque en el fondo para ti es mejor que viva entre la miseria que dejaste. Te encanta verme recogiendo los pedazos de lo que un día hubo entre tus manos. Prefieres verme sola a verme feliz. Pero no sé de qué me sorprendo, siempre me repetías que no podrías verme con otra persona.



Estoy cansada de vivir en el "hoy no, pero mañana tal vez". Que ni hoy ni nunca, porque las personas no cambian y tú me lo has demostrado día tras día. Que ya no me sirven tus disculpas por lo que hiciste o dijiste, fuiste tú quien lo decidió. Y que no, hoy no, hoy ya me he cansado de ser la tonta que perdona insultos y faltas de respeto, la que se levanta del suelo para abrazarte y que la perdones, mientras recibe otro empujón más. ¿Perdón? ¿De qué?

Estoy cansada de quererte y de querer hasta doler. Porque es así, te quiero, pero hoy ya no sirve. No importa cuánto tiempo pase desde la última vez que te escuché decir que me querías, porque amor no es lo que faltó. Te quise y me quisiste como a nadie, como nunca y posiblemente, como nunca volveremos a querer. Pero faltó comprensión, tacto y respeto. Me enseñaste el lado más dulce de ti entre gritos y caricias, una combinación única que no quiero volver a repetir. No tengo suficiente fuerza para aguantar el desequilibrio mental que me provocas: ahora te quiero, luego te grito y mañana te regalo el mundo.


No puedo seguir con este ni contigo ni sin ti del último año. Estoy harta de creer que hay un tal vez, una oportunidad entre un millón, cuando todo es simplemente un oasis de recuerdos. Una montaña bien apilada y ordenada según la fecha y la importancia es lo único que queda. Espero que cuando te vuelva a ver sonrías, que tengas la boca tan abierta que pueda apreciar toda tu dentadura, porque así sabré que eres feliz. En el fondo es lo que siempre he querido, tu felicidad por encima del resto de cosas, incluso por encima de la mía. Y así me ha ido.

¿Eres feliz? -me preguntaste. Creía que mi felicidad dependía de ti, pero ya no, lo siento, hace tiempo que decidí ser feliz con lo puesto, en cada momento y con cada persona. Me has hecho realmente fuerte, más de lo que era, así que gracias. Desde aquí te deseo lo mejor, como siempre he hecho, que tú sí seas feliz de verdad. Que cojas ese camino, sí, ese, del que tanto me hablaste, cógelo y vete. Si vuelves puede que ya no me encuentres, porque yo ya cogí el propio. Nos lo debemos.


Bon voyage